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alimentacion y recomendaciones durante la quimioterapia

Alimentación durante la quimioterapia

A medida que avanza la longevidad, se prevé que los casos de cáncer se incrementen anualmente a nivel mundial, incluso que puedan triplicarse para 2030. 

Los avances en los tratamientos hacen que los pacientes cuenten con un mejor pronóstico y aumente su esperanza y calidad de vida. 

Además de la lucha contra la enfermedad, el paciente necesita adaptarse a los nuevos cambios que experimenta en su vida, entre ellos, a cómo abordar los diferentes efectos del propio tratamiento. En este caso veremos qué ajustes en la dieta debemos hacer y que aspectos debemos tener en cuenta, ya que no solo se trata llevar simplemente una alimentación saludable.

Esto se debe a los efectos secundarios producidos por la quimioterapia, que suelen ser diferentes en cada paciente, por esta razón, es imprescindible que un dietista-nutricionista personalice su plan alimentario. Siempre por supuesto dentro de un marco de buenos hábitos alimentarios en general, vitales para asegurar el buen funcionamiento general del organismo.

Esto incluye un incremento del aporte de calorías, sobre todo de proteínas, necesarias para afrontar la enfermedad, reparar tejidos y mantener el sistema inmunitario. 

La desnutrición puede ser muy perjudicial para estos pacientes, ya que promueve la aparición de diferentes complicaciones, deteriorando su calidad de vida.

10 consejos nutricionales durante el tratamiento de quimioterapia

Durante el tratamiento de quimioterapia, es común que el paciente tenga días buenos y malos y esto repercute directamente en su apetito y posibles cambio de hábitos alimentarios. A continuación veamos algunas sugerencias de cómo afrontarlos: 

1-. En los días de buen apetito, es necesario que el paciente intente consumir la mayor cantidad de calorías y particularmente proteínas. Si sufre alguna enfermedad renal o hepática, es probable que deba consumir menos proteínas, por lo que es recomendable consultar al médico especialista. 

2-. Evitar el consumo de carnes procesadas y carnes rojas. Las mejores fuentes de proteínas son huevos, pescados, mariscos, lácteos y las de origen vegetal como legumbres, frutos secos, etc. 

3-. Repartir las comidas del día en 6-8 tomas (incluyendo los alimentos más nutritivos en los períodos de mayor apetito). 

4-. Comer cuando existan ganas, en caso contrario, es preferible no forzar. 

5-. En la medida de lo posible, beber mucho líquido, alrededor de 2-3 litros al día. Además del agua, se pueden consumir líquidos ligeros como caldos de verduras, carne o pescado, zumos de frutas naturales diluidos, etc. 

6-. Evitar e incluso si es posible, eliminar totalmente el consumo de alcohol. La quimioterapia puede representar una carga importante para el hígado y el alcohol lo sobrecargará aún más. 

7-. Evita los alimentos muy salados, ahumados y encurtidos. Entre otras cosas, favorecen la retención de líquidos, efecto común también durante el tratamiento de quimioterapia, por lo que puede intensificar los síntomas.

8-. Consumir a diario fruta y verdura, ya que contienen gran cantidad de micronutrientes y antioxidantes que favorecen un buen estado de salud. Si existe alguna afección a nivel intestinal o del aparato digestivo, es recomendable consultarlo con el especialista.

9-. Abstenerse de comer bebidas gaseosas, frituras y grasas saturadas (provenientes sobre todo de alimentos procesados, bollería industrial, etc.)..

10-. Aunque las variaciones de peso son muy comunes, es importante mantenerlo en nivel saludable para que no generen complicaciones adicionales. 

En cuanto a estilo de vida se refiere, además de cuidar la dieta es importante la actividad física constante. Entre sus múltiples beneficios, ayuda a mantener la masa muscular, la fuerza y la resistencia de los huesos. También puede ayudar a mejorar el apetito, a combatir el estreñimiento y, a nivel emocional, a disminuir la ansiedad, la depresión, el estrés, etc.

Recomendaciones de seguridad alimentaria ante un sistema inmunitario deprimido

Atendiendo al hecho de que la quimioterapia afecta el sistema inmunitario, es necesario tener en consideración algunos aspectos de seguridad alimentaria para minimizar los riesgos de enfermedad provocada por microorganismos. 

Se deben seguir buenas prácticas de manipulación de alimentos y cocinado para prevenir contaminación con microorganismos que pueden afectar la salud de pacientes de cáncer con un sistema inmunitario deprimido. 

Problemas de alimentación debido a efectos secundarios del tratamiento

La quimioterapia puede acarrear algunos problemas a nivel digestivo, fisiológico y metabólico, que pueden generar dificultades en la alimentación. Veamos algunos de estos problemas y cómo abordarlos.

Falta de apetito

-En lugar de 3 comidas, consumir 5 ó 6 pequeñas
-Tener a la mano siempre snacks saludables y apetecibles para cuando el paciente sienta hambre y aprovechar la oportunidad (galletas con mantequilla de cacahuate, frutas, frutos secos, etc.) 
-Añadir proteínas y un extra de calorías a cada comida, para garantizar una buena densidad nutricional en cada ingesta. 
-Ingiere suficiente cantidad de líquidos, sobre todo cuando haya falta de apetito.
-Puede ser una buena opción tomar algún tipo de suplemento, pero antes siempre se debe consultar con el médico especialista. 

Estreñimiento

Ingerir suficiente cantidad de líquido, especialmente a temperatura tibia o caliente para promover el movimiento peristáltico. 
Incorporar alimentos ricos en fibra a tu dieta, como frutas, legumbres, granos integrales, semillas, frutos secos, etc. (siempre y cuando no exista ninguna contraindicación médica). Si el paciente no está acostumbrado a consumir productos de este tipo, hay que incorporarlos de manera progresiva. 
Practicar ejercicio con regularidad tanto para prevenir como para tratar el estreñimiento.

Diarrea

Incrementar el aporte de líquidos para reemplazar lo perdido y mantener un nivel de hidratación. 
-Dividir las comidas en 5 ó 6 raciones pequeñas al día. 
-Incorporar alimentos con alto aporte de sodio y potasio: frutas, verduras, legumbres y frutos secos (plátano, patata, col, kiwi, habas, etc.) 
-Optar por comer y beber ni muy caliente ni muy frío, para evitar promover los movimientos peristálticos.
Beber líquidos claros durante 12-14 horas después de un episodio de diarrea. 
Evitar los siguientes alimentos: ricos en fibra, bebidas azucaradas, grasas saturadas, fritos, lácteos, comidas muy condimentadas o picantes, productos con cafeína, edulcorantes como xilitol o sorbitol y zumos de manzana (alto contenido de sorbitol).

Resequedad de la boca

-Beber abundante cantidad de líquidos a lo largo del día. 
-Consumir alimentos y bebidas con un sabor ácido o agrio, lo cual contribuirá a generar más saliva. 
Masticar gomas de mascar, chupar frutas congeladas o hielo. 
-Consumir sopas, caldos, purés, etc. que son más fáciles de consumir al sufrir de resequedad bucal. 
Humedecer alimentos en salsas caseras, caldos, leche, etc. para facilitar su deglución.

Náuseas

-Probar consumir alimentos de fácil digestión como pan blanco tostado, caldos. 
-Incluir limón, lima u otros alimentos de sabor agrio
-Comer 5 ó 6 veces al día en lugar de 3 comidas. 
No saltar comidas, puede empeorar las náuseas. 
-Seleccionar alimentos de la preferencia del paciente, no es recomendable mientras se tengan náuseas forzarse a comer algo que no apetezca. 
Durante las comidas, beber pequeñas cantidades de líquido, para evitar la sensación de llenura antes de tiempo e hinchazón. 
-Tomar alimentos y bebidas a temperatura ambiente y de forma lenta. 
-Los días de tratamiento, programar las comidas según lo que mejor le siente al paciente, sin tener en cuenta horarios fijos, pudiendo optar por una comida ligera antes del tratamiento o no comer durante unas horas previas.

Boca irritada (mucositis, llagas o encías adoloridas)

-Seleccionar alimentos de fácil masticación y cocinarlos hasta que estén blandos y suaves (evitar tostarlos y texturas crujientes). Ejemplo: batidos, huevos revueltos, purés, etc. 
Humedecer y ablandar los alimentos con caldos, salsas, yogur o leche. 
-Trocear los alimentos en porciones pequeñas o convertirlos en puré. 
Evitar: cítricos, condimentados/picantes, tomates, salados, verduras crudas, alcohol, galletas crujientes, patatas fritas, etc.-Tomar con una pajilla o con una cucharita para ingerir porciones pequeñas. 
-Consumir alimentos fríos o a temperatura ambiente
Chupar hielo para aliviar molestias bucales. 

Vómitos

Evita comer o beber, hasta que los vómitos se detengan. Después, beber líquidos en cantidades reducidas, como agua y caldos. 
-Una vez que se esté tolerando sin volver a vomitar, probar con comida triturada, como purés, para volver a consumir sólidos una vez esté recuperado el paciente.
-Dividir las comidas del día en 5 ó 6 tomas pequeñas.

Aumento de peso

Incluir frutas y verduras en tu dieta. Su alto contenido en fibra ayudará a la sensación de saciedad del paciente. 
-Procurar consumir alimentos bajos en grasa, como carne magra, lácteos y derivados sin grasa. Evitar las grasas saturadas, los productos procesados, las frituras, alimentos o bebidas con azúcares añadidos. 
-Optar por métodos de cocción saludables, como asado, vapor, plancha, etc. -Comer porciones pequeñas
Limitar el consumo de sal.

Adelgazamiento

Planificar las comidas y no esperar a sentir hambre, especialmente si el tratamiento afecta el apetito del paciente. 
-Intentar comer 5-6 comidas pequeñas durante el día. 
-Preferiblemente, optar por alimentos saludables con alta densidad nutricional y ricos en proteínas
-Añadir a las comidas, aceite de oliva, semillas, mantequilla de cacahuete, miel, frutos secos, aguacate, etc. Aportarán extra de calorías saludables.
-Si el paciente no quiere consumir sólidos, optar por batidos de frutas y verduras caseros, zumos o sopas para obtener vitaminas y calorías.

Interacción de alimentos con medicamentos

Pacientes con cáncer tratados con quimioterapia deben prestar atención a los alimentos que ingieren, ya que ciertos alimentos pueden interactuar con los medicamentos. Por ejemplo, el pomelo no se recomienda durante el tratamiento, pues tiene el potencial de interferir con el medicamento. El té verde es seguro en pequeñas cantidades, aunque los pacientes que estén medicados con Velcade (bortezomib) para ciertos tipos de cáncer de sangre, deben evitarlo, ya que puede reducir la eficacia del medicamento. Asimismo, se recomienda abstenerse de tomar suplementos alimenticios o vitamínicos de alta concentración, a menos de que se consulte previamente con el médico.

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